Hola ¿Cómo están hoy? Quiero tratar sobre la posmodernidad, pero no de una forma convencional. En general resulta muy difícil hablar del tema, ya que existen muchas teorías al respecto, desde los que consideran que la posmodernidad existe como un período histórico independiente, pasando por posturas intermedias, hasta los que sostienen que sólo se trata de una nueva fase de la modernidad dado que el término moderno significa lo último y resulta imposible pensar que existe algo más allá. Antes de exponer algunas de las teorías existentes (lo haré en otro momento porque requiere mucho tiempo y paciencia), les dejo este cuento que encontré por ahí en internet (si me dicen cuál es el autor se agradece), llamado Parábolas modernas y resume las contradicciones que tenemos en la actualidad, especialmente la confusión que éstas nos generan ya que no podemos adaptarnos al estilo de vida que nosotros mismos hemos fomentado. Espero que les guste.
PARADOJAS MODERNAS
Tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños;
autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos; gastamos más dinero
y tenemos cada vez menos; compramos más, y disfrutamos menos. Tenemos casas más
grandes, y familias más pequeñas; cosas más convenientes, pero menos tiempo;
más educación y menos sentido; más conocimiento, y menos juicio; más expertos,
y más problemas; más medicinas, y menos bienestar.
Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida, reímos
muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado , nos acostamos más
tarde, nos levantamos muy cansados, casi no leemos, vemos demasiada TV y casi
nunca meditamos. Hemos multiplicado muestras posesiones, pero reducido nuestros
valores; hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos casi todo el tiempo;
hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivirla plenamente. Hemos llegado
a la luna y regresado, pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y
conocer a nuestro vecino... Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el
interior; hacemos cosas más grandes, pero no mejores; hemos limpiado el aire,
pero no el alma; hemos dividido el átomo, pero no nuestros prejuicios;
escribimos mucho, pero aprendemos poco; planeamos todo, pero no conseguimos
casi nada. Hemos aprendido a hacer las cosas más rápido, pero no a tener más
paciencia; tenemos ganancias más altas, pero moral más baja; cada vez tenemos
más cantidad y menos calidad.
Esta es la época de la comida rápida y la digestión lenta;
hombres altos de bajo carácter; profundas ganancias y relaciones superficiales.
Esta es la época de la paz mundial, y la guerra doméstica; más tiempo libre y
menos diversión; más tipo de comida y menos nutritiva.
Ahora tenemos ingresos conjuntos y más divorcios; casas más
bellas y hogares más rotos.
Esta es la época de viajes rápidos, pañales desechables,
moralidad en decadencia, pasiones de una noche, cuerpos con sobrepeso,
pastillas que hacen todo, desde alegrarte, hasta calmarte y matarte.
Construimos más computadoras para guardar más información,
para producir copias más rápidas que nunca, pero nos comunicamos menos.
Esta es la época dónde tenemos todo en exhibición y nada en
el inventario.
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