A partir de hoy hasta mañana a las 22:00 se lleva a cabo por décimo año consecutivo la jornada de la teletón en el estudio de teledoce, con el fin de superar la recaudación del año anterior, con la excusa de mantener los centros ubicados en Montevideo y Fray Bentos, con la conocida intención de ayudar a los niños discapacitados de menores recursos.
No cuestiono el hecho de ayudar a la gente, pero sí pretendo poner en tela de juicio la forma en cómo se brinda tal ayuda. En primer lugar cabe destacar la excesiva exposición de los chicos que recibieron, reciben o van a recibir ayuda de los centros Teletón, con el típico tinte "amarillista" o sensacionalista de los medios de comunicación, apuntando a provocar lástima en la teleaudiencia (en términos de Chomsky, la estrategia de la autoculpabilidad). Algunos que lean esto pensarán "Sí, pero tienen vidas muy sacrificadas". No dudo de que así sea, pero una cosa es tener una vida sacrificada y otra que sobreinterpreten la forma de vida que tienen. Nadie puede decir cómo se sienten ellos excepto ellos mismos, no podemos hablar por ellos. A esto se le agrega la tendencia cultural de designar un día para acordarse de diferentes problemáticas, cuando en verdad es cosa de todos los días. Si no fuera por la Teletón, en ningún otro momento del año harían propagandas publicitarias con gente en silla de ruedas, para dar un ejemplo. Dicen que la sociedad es solidaria, pero ¿lo es porque aportó dinero ese día o ese mes? ¿Qué hacemos el resto del año? Si no fuera por esta maratón televisiva, ¿nos acordaríamos de los que tienen "capacidades diferentes"?.
Otra cosa a tener en cuenta es provocar una buena imagen. La instancia es un medio perfecto de fomentar el marketing empresarial. De hecho, estuve buscando en Google cómo fue variando el logo de la Teletón a lo largo de estos 10 años, y me encontré con los logos de todas las empresas auspiciantes y desde qué año contribuyen.
Como otro aspecto a considerar, la cultura de "la igualdad de oportunidades", hace grandes estragos en eventos como este. Decir que hay igualdad de oportunidades equivale a decir que cualquiera tiene la oportunidad de llegar a ser alguien mejor de lo que es ahora, lo que da a entender que lo que alguien es es diferente a lo que se puede llegar a ser, por lo que dicha igualdad queda sin efecto. Frases como "ellos también son seres humanos" resaltan este punto de vista.
Por último, nos tendríamos que preguntar si todo lo recaudado va realmente al centro Teletón, dado los grandes costos publicitarios, la puesta en escena de la jornada televisiva, lo que aportan las empresas que "aportan" en proporción a sus ganancias y otros factores de los que no tenemos conocimiento.
Por acá termino este breve artículo, no sin antes dejar algunas imágenes del merchandising de la Teletón de los últimos cuatro años.
No cuestiono el hecho de ayudar a la gente, pero sí pretendo poner en tela de juicio la forma en cómo se brinda tal ayuda. En primer lugar cabe destacar la excesiva exposición de los chicos que recibieron, reciben o van a recibir ayuda de los centros Teletón, con el típico tinte "amarillista" o sensacionalista de los medios de comunicación, apuntando a provocar lástima en la teleaudiencia (en términos de Chomsky, la estrategia de la autoculpabilidad). Algunos que lean esto pensarán "Sí, pero tienen vidas muy sacrificadas". No dudo de que así sea, pero una cosa es tener una vida sacrificada y otra que sobreinterpreten la forma de vida que tienen. Nadie puede decir cómo se sienten ellos excepto ellos mismos, no podemos hablar por ellos. A esto se le agrega la tendencia cultural de designar un día para acordarse de diferentes problemáticas, cuando en verdad es cosa de todos los días. Si no fuera por la Teletón, en ningún otro momento del año harían propagandas publicitarias con gente en silla de ruedas, para dar un ejemplo. Dicen que la sociedad es solidaria, pero ¿lo es porque aportó dinero ese día o ese mes? ¿Qué hacemos el resto del año? Si no fuera por esta maratón televisiva, ¿nos acordaríamos de los que tienen "capacidades diferentes"?.
Otra cosa a tener en cuenta es provocar una buena imagen. La instancia es un medio perfecto de fomentar el marketing empresarial. De hecho, estuve buscando en Google cómo fue variando el logo de la Teletón a lo largo de estos 10 años, y me encontré con los logos de todas las empresas auspiciantes y desde qué año contribuyen.
Como otro aspecto a considerar, la cultura de "la igualdad de oportunidades", hace grandes estragos en eventos como este. Decir que hay igualdad de oportunidades equivale a decir que cualquiera tiene la oportunidad de llegar a ser alguien mejor de lo que es ahora, lo que da a entender que lo que alguien es es diferente a lo que se puede llegar a ser, por lo que dicha igualdad queda sin efecto. Frases como "ellos también son seres humanos" resaltan este punto de vista.
Por último, nos tendríamos que preguntar si todo lo recaudado va realmente al centro Teletón, dado los grandes costos publicitarios, la puesta en escena de la jornada televisiva, lo que aportan las empresas que "aportan" en proporción a sus ganancias y otros factores de los que no tenemos conocimiento.
Por acá termino este breve artículo, no sin antes dejar algunas imágenes del merchandising de la Teletón de los últimos cuatro años.
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