En esta nueva sección, denominada filosofía emocional, me voy a dedicar a cuestiones que inciden en nuestra vida cotidiana, ya sea en nuestro interior como en la forma de relacionarnos con otros. En una sociedad donde todo parece ir cada vez más rápido, tenemos menos tiempo para reflexionar lo que ocurre en nuestras vidas. Nos limitamos a cumplir normas de diverso tipo, a seguir una rutina que muchas veces no logramos adaptarnos al 100%, porque no coincide con lo natural. Queremos ser diferentes e importantes, pero lo único que hacemos es seguir modelos preestablecidos, sin importar si podemos alcanzarlos o no.
El tema de hoy es la crisis. ¿Cómo la interpretamos?. Todos los días escuchamos hablar que la economía, la educación y la sociedad están en crisis. Incluso se habla de que este año se acaba el mundo según el calendario maya. Lo cierto es que no importa lo que se diga al respecto, implícitamente hay una concepción negativa de la crisis, promovida por los medios de comunicación para generar miedo y pánico a la población.
Sin embargo, propongo invertir este concepto, y hablar de crisis en su sentido etimológico, porque estrictamente significa cambio o pasaje de un modelo a otro. Todo conflicto implica un aprendizaje, una necesidad de cambio. No es casualidad que en períodos de crisis financiera y económica existan mayores índices de innovación. En este sentido crisis es sinónimo de oportunidad y de desarrollo. Un ejemplo de esto fue Abraham Lincoln, quien a pesar de las adversidades que atravesó a lo largo de su vida, llegó a ser el presidente más importante de la historia estadounidense. A continuación pongo la cronología de su vida, extraída del libro "Una brújula para desorientados" escrito por los psicólogos Juan Hebert Elizarde y Alicia Azuri, para que vean todo lo que le pasó:
Puse este ejemplo, porque es un claro testimonio de perseverancia y consideraba a las crisis como oportunidades, sin dejarse llevar por lo negativo que ellas tenían. De ahí Lincoln decía que "Es un tropezón y no una caída", frase que deberíamos tomar en cuenta la próxima vez que tengamos un problema, considerando qué podemos aprovechar del mismo. Espero que les sea útil y que los haga pensar :)
El tema de hoy es la crisis. ¿Cómo la interpretamos?. Todos los días escuchamos hablar que la economía, la educación y la sociedad están en crisis. Incluso se habla de que este año se acaba el mundo según el calendario maya. Lo cierto es que no importa lo que se diga al respecto, implícitamente hay una concepción negativa de la crisis, promovida por los medios de comunicación para generar miedo y pánico a la población.
Sin embargo, propongo invertir este concepto, y hablar de crisis en su sentido etimológico, porque estrictamente significa cambio o pasaje de un modelo a otro. Todo conflicto implica un aprendizaje, una necesidad de cambio. No es casualidad que en períodos de crisis financiera y económica existan mayores índices de innovación. En este sentido crisis es sinónimo de oportunidad y de desarrollo. Un ejemplo de esto fue Abraham Lincoln, quien a pesar de las adversidades que atravesó a lo largo de su vida, llegó a ser el presidente más importante de la historia estadounidense. A continuación pongo la cronología de su vida, extraída del libro "Una brújula para desorientados" escrito por los psicólogos Juan Hebert Elizarde y Alicia Azuri, para que vean todo lo que le pasó:
1816- Desalojan a su familia de su casa
1818- Muere su madre
1831- Queda en bancarrota
1832- Se presenta para la legislatura estatal y pierde. En ese mismo año se queda sin trabajo e intenta ingresar en la Facultad de derecho, pero no lo logra.
1833- Pide dinero prestado a un amigo para iniciar un negocio, pero al final de ese año quiebra y por lo tanto pasa casi 17 años para pagar su deuda,
1834- Vuelve a presentarse para la legislatura estatal y gana.
1835- Se compromete para casarse, pero su novia se muere.
1836- A raíz de la muerte de su futura esposa, tiene un colapso nervioso severo, por lo que permanece en cama durante 6 meses.
1838- Trata de ser portavoz de la legislatura estatal, pero pierde.
1840- Intenta ser elector, pero fracasa.
1843- Se presenta otra vez al congreso y gana. Va a Washington y se desempeña bien.
1848- Se postula para la reelección en el congreso, y pierde.
1849- Trata de ocupar el cargo de jefe de catastro en su estado natal, y es derrotado.
1854- Se presenta para el Senado de EE.UU Y PIERDE.
1856- Intenta obtener la nominación a la vicepresidencia en la convención nacional de su partido, pero obtiene menos de 100 votos.
1858- Se presenta nuevamente al Senado y vuelve a perder.
1860- Es elegido presidente de los EE.UU.Puse este ejemplo, porque es un claro testimonio de perseverancia y consideraba a las crisis como oportunidades, sin dejarse llevar por lo negativo que ellas tenían. De ahí Lincoln decía que "Es un tropezón y no una caída", frase que deberíamos tomar en cuenta la próxima vez que tengamos un problema, considerando qué podemos aprovechar del mismo. Espero que les sea útil y que los haga pensar :)
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