Desde que empecé con este blog y más tarde con el canal de you tube, siempre traté de mantener cierto grado de objetividad, en el sentido de que, por lo general, no hago referencia a mis asuntos personales. Esta va a ser una excepción sin ninguna duda.
¿Nunca les pasó de sentirse agobiados por todo lo que tienen que hacer todos los días y ver que no hay resultados? ¿Alguna vez sintieron la necesidad de "descargarse" lo que les pasa sin saber cómo, ni con quién? Así me siento hoy. No quiero entrar en "dramatismos" ni nada por el estilo, pero tengo el coraje necesario para mostrar otra parte de mi persona, ese lado "B" que no suelo exponer, y para ello les voy a contar un poco de mi historia personal, dentro de lo permitido en la web (tampoco es cuestión de "poner toda la carne en el mostrador").
Para empezar, soy una típica chica montevideana, proveniente de un estrato social medio-bajo, que estudia dos carreras a la vez; profesorado de sociología en el IPA (desde 2012) y licenciatura en comunicación (desde 2013), lo que implica tener muy poco tiempo para otras actividades, aunque trato de hacerme un tiempo para todo siempre que me de la energía.
Muchos me han preguntado por qué es que estudio dos cosas al mismo tiempo, sugiriéndome que me decida por una de las dos cosas, que cómo hago para estudiar dos cosas, etc., pero lo que hago tiene una razón de ser (aunque no lo parezca).
La verdad es que siempre fui bastante indecisa, y cuando estaba en el liceo no sabía qué opción elegir. Elegí hacer humanístico porque odiaba (y odio) las matemáticas y porque me iba muy bien en materias relativas a las letras. Si bien no fue una mala elección, en ese momento no era muy consciente de la importancia de optar una profesión u oficio para mi futuro. Era de la gente que tenía como única meta "pasar de año", sin detenerse mucho en qué le gustaba más.
Así la iba llevando hasta que terminé el liceo y mi familia me recomendó hacer Magisterio o el IPA, dado que salí sin saber qué hacer y nunca tuve grandes habilidades; era la típica alumna de promedio 8. Elegí el IPA, en principio para probar qué tal, mientras que me anoté a hacer Analista en Marketing en la UTU, también para probar.
Me acuerdo que estuve pila de tiempo llamando al IPA para averiguar el tema de las inscripciones y la documentación, y cada vez que llamaba me decían cosas distintas. El hecho es que el día de la inscripción fui con "todo" lo requerido y cuando llegué a la entrada, el guardia me preguntó si tenía el formulario de inscripción impreso, lo cual me sorprendió dado que nunca me había enterado de que había que llevar un formulario (más teniendo en cuenta que en el momento me dieron otro formulario para llenarlo ahí mismo). Tuve que ir de apuro a un ciber y me encontré con la engorrosa tarea de hacerse un usuario en la página web. Sin embargo, lo peor fue el momento preciso en que tenía que elegir la especialidad por una razón simple: NO SABÍA QUÉ ESPECIALIDAD HACER. Mi idea era optar por derecho y sociología, pero cuando vi que estaban separados, no me pareció redituable desde el punto de vista laboral, así que elegí una especialidad que me había ido bien en el liceo: literatura.
Los problemas que tuve después de eso (no es necesario aclarar) fueron por no haber sabido elegir con responsabilidad, pero agradezco a la vida por haber pasado por lo que pasé, ya que me hizo madurar y crecer como persona. De no haber sido por mi mala decisión, tal vez no habría optado por cambiarme de especialidad en el IPA ni tampoco empezar una carrera universitaria, que por cierto, me está resultando mucho más útil de lo que pensaba, ya que pude vincular algunos conceptos aprendidos en mis dos años de literatura, con lo que voy adquiriendo en sociología en un todo denominado "licenciatura en comunicación". Sinceramente, no pensé que fuera a estar más que un par de meses, pero ya estoy en el tercer semestre. Quien sabe si me voy a recibir de esto o no, pero lo que sí es seguro es que gracias a mi experiencia de vida, mi forma de pensar se está reconfigurando de forma sorpresiva y vertiginosa.
Si leyeron hasta acá, habrán visto que en este momento estoy atravesando un importante proceso personal con muchos cambios e ideas nuevas que preciso ordenar y canalizar convenientemente.
Ahora, con esto todavía no contesté la pregunta acerca de por qué hago dos carreras al mismo tiempo. La ventaja de hacer ambas cosas es tener en el día a día dos ambientes totalmente distintos, lo que ayuda a no caer tan fácilmente en la rutina, además de que mantengo la mente ocupada en varias cosas relevantes, sacando poco a poco el lado "versátil", cualidad fundamental en la sociedad actual. Aparte, considero que un docente debe ante todo comunicar para poder enseñar, por lo que el profesorado en sociología y la licenciatura en comunicación son bastante compatibles en ese sentido.
Bueno, ya hice mucha catarsis por hoy. Al menos van a conocer un poquito más de mí, lo que era una cuenta pendiente para todos ustedes, mis fieles lectores. Gracias por seguirme y les prometo que voy por más. Ya verán :D
A veces es muy bueno hacer catarsis. Y más cuando tiene un fundamento en acontecimientos vividos.
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