Es muy probable que más de uno le haya pasado que le hayan preguntado "¿Los hijos para cuando?" en algún momento de la vida. Lo peor es cuando esa pregunta se vuelve insistente y comienzan a decir frases como "se te va a pasar el arroz", "tener hijos es una bendición", "si no tenés hijos te vas a quedar solo/a en la vejez", etc, etc.
La decisión de tener o no tener hijos es un debate muy reciente en términos históricos, ya que hasta hace unos 40 o 50 años no se pensaba en la idea de no procrear por elección, debido a la falta de perfeccionamiento y eficacia de los métodos anticonceptivos (considerando que la píldora salió al mercado en 1960), como así también por la gran importancia de la familia como agente de socialización. Se consideraba (y muchos todavía consideran) que es fundamental mantener el legado familiar y reproducirse. Si alguien decía que no quería tener hijos era discriminado... ¿Lo era o lo sigue siendo?
El ritmo actual de vida y las metas a conseguir implican grandes cambios en materia reproductiva, ya sea atrasando la edad de paternidad/ maternidad o directamente no teniendo hijos. La elección tiene muchos factores, siendo algunos de ellos los siguientes:
La decisión de tener o no tener hijos es un debate muy reciente en términos históricos, ya que hasta hace unos 40 o 50 años no se pensaba en la idea de no procrear por elección, debido a la falta de perfeccionamiento y eficacia de los métodos anticonceptivos (considerando que la píldora salió al mercado en 1960), como así también por la gran importancia de la familia como agente de socialización. Se consideraba (y muchos todavía consideran) que es fundamental mantener el legado familiar y reproducirse. Si alguien decía que no quería tener hijos era discriminado... ¿Lo era o lo sigue siendo?
El ritmo actual de vida y las metas a conseguir implican grandes cambios en materia reproductiva, ya sea atrasando la edad de paternidad/ maternidad o directamente no teniendo hijos. La elección tiene muchos factores, siendo algunos de ellos los siguientes:
- Solvencia económica: La flexibilización laboral y el aumento de los contratos a término son un aspecto clave, ya que al no tener un trabajo estable y/o tener que estar disponible todo el tiempo, hace difícil llevar a cabo la idea de tener hijos, ya que es necesario gastar en salud, educación, alimentación, ocio, etc.
- Prolongación del trayecto académico: Está relacionado con el punto anterior. Es necesario capacitarse más para insertarse en un mercado laboral cada vez más volátil y competitivo.
- Vivir en el presente: Esta premisa ,propia de esta época posmoderna o hipermoderna, prioriza la satisfacción individual y para muchas personas tener hijos supone no tener tiempo para ocuparse de sí mismas. Sus metas son viajar, cuidar su físico, disfrutar de la vida en pareja, salir con amigos, destacarse a nivel profesional, entre otras actividades.
Cabe destacar que es muy respetable cualquier decisión. Tener o no tener hijos no hace a nadie mejor o peor persona, sino que son elecciones válidas. Si alguien les dice que no quiere tener hijos, no le pregunten insistentemente por qué no quiere, ni mucho menos le cuestionen su elección diciéndole "ya vas a cambiar de opinión".
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