El pasado viernes 25 de noviembre
se conmemoró el Día internacional contra la Violencia a las Mujeres y se realizó
una marcha por este motivo, donde concurrieron más de 1200 mujeres
aproximadamente.
Si bien es cierto que las
víctimas en su mayoría son mujeres, hay que tener en cuenta que la violencia
doméstica constituye un problema complejo en el cual no sólo hay un/a víctima y
un/a victimario/a en concreto, sino que
también afecta a la gente perteneciente a su entorno. O sea, no hay que
limitarse a decir que hay violencia sólo cuando un hombre le pega a su mujer o
a la inversa, ya que en primer lugar hay diferentes tipos de violencia, en
segundo lugar la violencia es adictiva, porque una vez que se recurre a ella es
muy difícil frenarla, y por último, además de ser adictiva es contagiosa, es
decir que ante una situación violenta ésta se expande y se reproduce como si
fuera una plaga. A esto cabe
agregar que existe una gran falta de
información sobre el tema, y por lo tanto existen una serie de mitos acerca del
tema. La Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual ha
hecho una lista de algunos de estos mitos que avalan la violencia doméstica a
saber:
- 1. El hogar y la familia son los lugares más seguros.
- 2. Es normal que el hombre golpee a su compañera en determinadas circunstancias.
- 3. La violencia es un problema privado entre dos adultos
- 4. Los casos de violencia doméstica son escasos, no es problema grave
- 5. Las mujeres también maltratan a sus parejas hombres y a sus hijos e hijas.
- 6. La conducta violenta es innata en los hombres.
- 7. Las mujeres que son o han sido golpeadas “se lo han buscado”, “hacen algo para provocarlo”
- 8. Los actos de violencia son hechos aislados.
- 9. La violencia es un problema de los sectores pobres.
- 10. Los hombres violentos tienen alguna enfermedad mental.
- 11. El abuso psicológico y emocional no es tan dañino como el físico.
- 12. La culpa de que los hombres le peguen a su pareja es el alcohol y la droga hacen que los hombres golpeen a sus mujeres
- 13. La mayoría de las mujeres maltratadas nunca dejan a sus agresores
- 14. Si la mujer abandona a su pareja violenta la violencia se termina.
- 15. A las mujeres les debe gustar que las maltraten, de lo contrario abandonarían a sus parejas
- 16. El mito de la culpa.
- 17. El mito de la familia normal.
- 18. El mito de la protección.
- 19. El mito de la abnegación.
“El hogar y la familia son los lugares más
seguros”- Totalmente falso, de hecho hay numerosos
estudios que demuestran que la mayoría de los casos de violencia
se da entre familiares. A esto hay que prestarle muchísima atención, ya
que tendemos a pensar que la violencia ocurre entre desconocidos y fuera del
hogar, porque suponemos que en casa estamos protegidos. Esto es un factor que
complejiza la problemática de la violencia doméstica en el sentido de que si la
mayoría de los casos se da dentro del ámbito familiar, ésta resulta más difícil
de detectar, llegando en algunos casos a ser considerada algo “normal”, sobre
todo en el caso del abuso infantil, donde los niños no perciben que están
siendo abusados.
“Es normal que el hombre golpee a su compañera
en determinadas circunstancias”- Súper falso, no es
normal que el hombre o la mujer pegue a su pareja en ninguna circunstancia, ya
que constituye una violación a los derechos humanos. Este mito se asocia con
otros que son la violencia es innata en los hombres y que las mujeres son
golpeadas porque “se la buscaron”.
“La violencia es un problema privado entre dos
adultos”- La violencia es un fenómeno que
lamentablemente se ha generalizado en todos los ámbitos; se habla de violencia
en el deporte, en los centros educativos, en la calle, en los hogares, etc.,
debido a la crisis de valores existente en la sociedad actual. No solo aumentó
la violencia, sino que además hay una prensa de la misma. El conflicto vende, y
por lo tanto los medios de comunicación (especialmente la televisión)
transmiten u ocasionan situaciones conflictivas con tal de obtener mayores
niveles de rating para así obtener
mayores ganancias. Ante la crisis de valores lamentablemente tendemos más a echar
la culpa a otros de nuestros problemas, e incluso de disfrutar todavía más de
la desgracia ajena (característica propia del ser humano), de ahí que nos “enganchemos”
más con la gran cantidad de noticias policiales que el informativo se encarga
de transmitir, apelando al sensacionalismo
“dándole color” a cada situación con el fin de que nos sintamos con
miedo de salir a la calle. Entonces, esta afirmación es falsa, porque la
violencia en sí misma se ha vuelto pública e involucra a todas las edades, y es
urgente que sea erradica de inmediato dado que considerarla un problema privado
implica que el o la víctima de violencia no se anime a denunciarla, y como dije
al principio del artículo la violencia no sólo afecta a los directamente
involucrados sino también a quienes están en su alrededor. Si el marido le pega
a su mujer no solo sufre ella, sino también sus hijos hayan o no visto el
momento en que él le pega a ella.
“Los casos de violencia doméstica son escasos,
no es problema grave”/ “Los actos de violencia son hechos aislados” -
No importa cuántos casos de violencia doméstica hayan, siempre es un problema
grave aunque sean escasos o aislados. Aparte, si bien en los últimos años
aumentaron la cantidad de denuncias por violencia doméstica, aún debe quedar
mucha gente que todavía no se anima a denunciar, ya sea por miedo o bien,
porque no se lo percibe como violencia, por lo que es un problema mucho más
común de lo que se cree.
“La violencia es un problema de los sectores
pobres”- Es un mito fuertemente arraigado en
nuestra sociedad y es muy complejo para analizar. Hay una discriminación del
pobre donde se considera que aprende menos, y es delincuente, lo que resulta
ser una amenaza para el orden social. En
primer lugar conviene distinguir al pobre del excluido, en el
sentido de que si bien la pobreza tiene mucho que ver con la exclusión porque los
pobres al ser discriminados son excluidos, no necesariamente el excluido tiene
que ser pobre. La exclusión implica estar al
margen de la cultura dominante de la sociedad y por lo tanto genera su
propia cultura que amenaza los intereses de los sectores dominantes. Por eso es
que la pobreza actualmente funciona como un chivo expiatorio de todas las
problemáticas sociales, entre ellas la violencia, cuando en realidad ésta está
presente en todas las clases sociales de diversas formas.
“Los hombres violentos tienen alguna enfermedad
mental” / “La culpa de que los hombres le peguen a su pareja es el alcohol y la
droga hacen que los hombres golpeen a sus mujeres” – Estos son
otros mitos muy expandidos que convienen ser combatidos. Es cierto que hay
quienes tienen alguna enfermedad o están bajo el efecto del alcohol cuando
pegan, pero es un error considerar a la violencia como una enfermedad o como
algo causado por drogas o enfermedades. Cuando vemos que un niño es violento ya
decimos que tiene un problema de conducta y por lo tanto que tiene un problema
psiquiátrico, sin considerar que en su casa puede estar viviendo situaciones
similares, que hagan que él aprenda de ellas y crea que así debe relacionarse
con los demás. La violencia es una conducta social adquirida, por lo que la
mejor forma de evitarla es con el ejemplo; si en desde la casa se promueven
valores tales como la tolerancia, el respeto, la honestidad y el diálogo,
entonces no sería necesario recurrir a la violencia.
“El abuso psicológico y emocional no es tan
dañino como el físico”- 100% falso y debería ser
eliminado urgentemente, porque es la afirmación que más avala la violencia,
porque se la limita sólo a lo físico, cuando también existe violencia verbal,
psicológica, emocional, patrimonial, etc. (en el próximo artículo me referiré a
los tipos de violencia que existen en detalle) Es más, la violencia psicológica
y emocional es más dañina que la física por las siguientes razones:
- La violencia psicológica es más difícil de percibir que la física
- Se desarrolla de forma lenta y progresiva, de ahí que sea más difícil de detectarla como tal.
- Se recurre a este tipo de violencia antes de llegar a la física.
- La violencia física se utiliza como último recurso, puede ser iniciada por el hombre hacia la mujer o de forma mutua, en ambos casos cuando la violencia psicológica alcanzó su punto máximo.
- Ninguna violencia es de un solo tipo, es decir, la violencia física también es psicológica.
“La mayoría de las mujeres maltratadas nunca
dejan a sus agresores”/ “A las mujeres les debe gustar que las
maltraten, de lo contrario abandonarían a sus parejas”- Falsos. Hay
mujeres que por miedo no dejan a sus agresores, pero cada vez más se animan a
denunciar a la policía y a buscar ayuda. El problema es que lamentablemente la
violencia doméstica no es considerada un delito prioritario, por lo que lo que
hace la policía en general es otorgar medidas cautelares provisorias con el fin
de que el agresor no se acerque a la víctima, pero muchas veces ocurre que
ellos no las respetan y muchas mujeres asesinadas estaban con medidas
cautelares. La asociación Mujeres de negro en la marcha del silencio del
viernes 25/11/11 reclamaron el uso de las pulseras electrónicas con el fin de
tener un mayor control.
“Si la mujer abandona a su pareja violenta la
violencia se termina”- No, de hecho en ocasiones la violencia se incrementa, lo que hace
difícil el abandono. Hay que tener en cuenta que el abandono es un complicado y
largo proceso que debe realizar en caso de sufrir violencia. Cualquiera que
decida dejar el hogar debe tener el apoyo necesario de otras personas para poder
estar en un lugar seguro y así atravesar la situación.
“El mito de la familia normal”- Lamentablemente es otro que está muy difundido, considerando que todavía
en la actualidad se puede aspirar al
modelo de la familia perfecta formada por dos padres y dos hijos, cuando
este modelo es toda una excepción al caso. El Observatorio Social, publicación
del MIDES, sostiene que “la forma
“tradicional” de hogar, el hogar nuclear integrado por pareja e hijos, ha perdido
primacía, pasando de un 36,4% en 1996 a 34,8 en 2006, mientras que se evidencia
un aumento de los hogares monoparentales (jefe e hijos) los cuales pasan de
9,4% a 12%, en el mismo periodo. En este sentido, es posible asociar el aumento
de hogares unipersonales al proceso de envejecimiento de la población, al
tiempo que existe un claro vínculo entre el incremento de los hogares
monoparentales (jefe e hijos) y el aumento en la disolución de uniones.”
“El mito de la protección”/ “El mito de la abnegación”- Asociados al
mito ya mencionado “El hogar y la familia son los lugares más seguros”, hacen que la
mujer le cueste más salir de las situaciones violentas, con el fin de proteger
a sus hijos, quienes son amenazados de sufrir algún daño si ella “se rebela”.
“El mito de la culpa”: Es el mito
más lamentable de todos. Es común que ante cualquier problema nos preguntemos “¿Por
qué esto me pasa a mí?”, y terminemos resignándonos a aguantar la situación,
porque creemos que esto es culpa nuestra. Y en cierta medida lo es; no es que
haya un justificativo para el maltrato
ni nada de eso, pero sí es culpa nuestra que debamos soportarlo, que por miedo
o por querer cuidar a los que nos rodean no solucionemos el problema.
Como verán, la violencia doméstica
es un tema muy complejo y de difícil solución, pero es cuestión de buscar ayuda
y estar con personas que nos quieran de verdad y nos acepten tal cual como somos.
Es un tema que tiene etiqueta propia y al que le voy a dedicar varios
artículos.
Hola Camila, y que me contas de la campaña que hizo el Pepe contra la violencia doméstica?
ResponderEliminarMirá no quise incluir nada del Pepe para que no dar ninguna tendencia partidaria, pero en mi opinión fue totalmente estigmatizante porque sólo tomó en cuenta la violencia hacia la mujer, cuando la violencia doméstica abarca mucho más que eso, por más que las estadísticas muestren que la mayoría de las víctimas son mujeres.
ResponderEliminarMirá Camila me parece que en parte es verdad, tenemos que aprender a perder con ustedes che, al fin al cabo siempre tienen razón!!!!!!!!!
ResponderEliminar"detrás de todo hombre hay una gran mujer", jeje, no me parece bueno el slogan "aprender a perder" ya que una problemática como la violencia doméstica no se trata de pelear físicamente, y no creo que se resuelva considerándola únicamente como una batalla. Ese slogan es un signo de feminismo mal entendido, ya que en lugar de promover la igualdad propone la lucha entre sexos, dando a entender que el hombre perdió, como si la violencia doméstica fuera sólo cosa de adultos o que las únicas víctimas sean mujeres.
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