Es bastante común escuchar que la gente casi no lee, especialmente las generaciones más jóvenes y se le echa la culpa a la distracción que genera el uso de smartphones y los medios de comunicación en general. Las redes sociales están llenas de publicaciones con frases e imágenes que reafirman esta postura, ya sea por que hay faltas de ortografía y errores de sintaxis, como por frases tales como "si no sabés la diferencia entre ves y vez es porque siempre ves la televisión y rara vez abres un libro".
El problema detrás de esto no es solamente creer que se lee menos, sino que además se subestima las formas de pensar que tienen las nuevas generaciones, ya que se tiende a creer que por estar conectado a internet varias horas al día están perdiendo el tiempo y no están generando ningún caudal cultural. Lo cierto es que sí adquieren cultura, pero no es lo que a nivel académico se considera cultura. Por ejemplo, mi hermana de 10 años le encanta el canal de YouTube Mr. Tops y le gusta contar los datos curiosos que vio en dicho canal. Mi madre le dijo que ver eso era una pérdida de tiempo y que ella es una máquina de decir pavadas. Cabe destacar que algunos datos curiosos son una forma divertida para aprender algo de historia. Un día mi hermana dijo que vio un video con las modas más peligrosas a lo largo de la historia y fue muy interesante percatarse de cómo los detalles pueden generar interés por estudiar un tema determinado.
Si bien es cierto que actualmente el conocimiento se adquiere de forma fragmentaria y asociativa, no se puede caer en la idea de que la forma de adquirirlo es peor que leyendo un libro. Si tenemos en cuenta que mucha gente (me incluyo) pasa mucho tiempo en las redes sociales y buscando información, no podemos decir que se lee poco, sino que es todo lo contrario. Pasamos buena parte del tiempo leyendo en la computadora y en el celular.
Entonces, leemos más, pero no leemos libros. Otro dato falso. Las industrias editoriales tienen cada vez más ganancias en los últimos años, se venden más libros ahora que hace 25 o 30 años. ¿Cómo esto es posible si las personas cada vez leen menos libros? La respuesta es que hay un boom de la literatura infantil y juvenil, como así también de los libros de "lectura liviana", fenómeno que en buena parte se le pueda atribuir a los llamados Booktubers, youtubers que se dedican a subir videos reseñando libros, haciendo unboxings de los libros que compran o que les dan las editoriales y tags literarios de todo tipo. Con esto se tira abajo la hipótesis de que los jóvenes no leen, porque precisamente son los que más leen libros. Por supuesto que hay gente que lee por moda y no se detiene a analizar mucho lo que lee y personas que compran libros para tenerlos en la estantería y presumir de ser lectores, pero eso ya es otra historia.
El problema detrás de esto no es solamente creer que se lee menos, sino que además se subestima las formas de pensar que tienen las nuevas generaciones, ya que se tiende a creer que por estar conectado a internet varias horas al día están perdiendo el tiempo y no están generando ningún caudal cultural. Lo cierto es que sí adquieren cultura, pero no es lo que a nivel académico se considera cultura. Por ejemplo, mi hermana de 10 años le encanta el canal de YouTube Mr. Tops y le gusta contar los datos curiosos que vio en dicho canal. Mi madre le dijo que ver eso era una pérdida de tiempo y que ella es una máquina de decir pavadas. Cabe destacar que algunos datos curiosos son una forma divertida para aprender algo de historia. Un día mi hermana dijo que vio un video con las modas más peligrosas a lo largo de la historia y fue muy interesante percatarse de cómo los detalles pueden generar interés por estudiar un tema determinado.
Si bien es cierto que actualmente el conocimiento se adquiere de forma fragmentaria y asociativa, no se puede caer en la idea de que la forma de adquirirlo es peor que leyendo un libro. Si tenemos en cuenta que mucha gente (me incluyo) pasa mucho tiempo en las redes sociales y buscando información, no podemos decir que se lee poco, sino que es todo lo contrario. Pasamos buena parte del tiempo leyendo en la computadora y en el celular.
Entonces, leemos más, pero no leemos libros. Otro dato falso. Las industrias editoriales tienen cada vez más ganancias en los últimos años, se venden más libros ahora que hace 25 o 30 años. ¿Cómo esto es posible si las personas cada vez leen menos libros? La respuesta es que hay un boom de la literatura infantil y juvenil, como así también de los libros de "lectura liviana", fenómeno que en buena parte se le pueda atribuir a los llamados Booktubers, youtubers que se dedican a subir videos reseñando libros, haciendo unboxings de los libros que compran o que les dan las editoriales y tags literarios de todo tipo. Con esto se tira abajo la hipótesis de que los jóvenes no leen, porque precisamente son los que más leen libros. Por supuesto que hay gente que lee por moda y no se detiene a analizar mucho lo que lee y personas que compran libros para tenerlos en la estantería y presumir de ser lectores, pero eso ya es otra historia.
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